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 Is there anybody in there?: Reflexiones en la soporífera clase de Lengua

viernes, 27 de noviembre de 2009

Reflexiones en la soporífera clase de Lengua

En esta sociedad occidental tan perfecta, estamos acostumbrados a que nos den todo hecho. Nos limitamos a levantarnos por la mañana e ir al lugar de estudio o de trabajo según sea menester.


- "Humm, pero entonces, no nos dan todo hecho, ¿no? ¡Tenemos que ganarnos la nota o el sueldo con nuestro sudor!"


¡Qué coño! El caso es que no me refiero a eso.
¿Cuántos alumnos van a clase porque realmente quieren aprender conocimientos que les sirvan para el futuro?
La gigantesca mayoría van por obligación, por rutina o por nota, entendida ésta como un mero precio por una carrera mejor o con la cual se pueda conseguir más dinero.


Es la costumbre, lo normal, lo típico, lo que la gente está habituada a tener como "la vida que hay que vivir".
Poca gente se pregunta realmente POR QUÉ. Cuál es el sentido de todo, el objetivo, una razón para cada opción que se toma en la vida. De ahí sale la rutina, el aburrimiento, el conformismo. Y la gente es menos feliz, eso es claro.


No hay felicidad sin encontrar sentido a lo que haces, viviendo la vida como un camino empedrado de horas, minutos y segundos recorrido por un destartalado carromato que no se detiene nunca, mientras no cesa de dar tumbos.
Con este símil también puedo constatar otro hecho. La mayor parte de la felicidad no llega con grandes acontecimientos o situaciones especiales. Si así fuera, seríamos felices unas pocas veces al año o tal vez con menos frecuencia aún, según la suerte que cada uno tenga en su vida.


Para que la felicidad sea algo usualmente presente en nuestro devenir diario, hay que aprender a alegrarse por los pequeños detalles; incluso saber verlos, ya que estamos tan habituados a ellos que pasan resbalando invisibles a nuestro lado.


- "Joder, Samuel, vaya típico tópico, fijarse en las pequeñas cosas de cada día..."


Sé que no es nada nuevo...Pero hace falta seguir recordando este tipo de cosas aunque las palabras caigan en saco roto en la mayoría de ocasiones.
Y junto a buscar estos pequeños detalles, también invito a regalarlos... No cuesta nada hacer pequeñas joyas como agradecer las cosas, pequeños favores, o simplemente sonreír gratuitamente, son chorradas que mejoran la vida un cojón.


Es tarde, mañana madrugo, iré acabando... pero el resumen es ese, chavales. Todos los días tenemos que sufrir coñazos rutinarios y demás flores, pero en todo se puede encontrar algo interesante, o bueno, o que al menos sirva para algo... Una razón para todo. Es la única manera de no caer.


Me despido con algo de música, cómo no... Hoy le toca el turno a Allan Holdsworth, uno de los guitarristas más alucinantes de la historia, influencia clave de Satriani, Santana, Vai, Malmsteen, Greg Howe...
Toca jazz fusión.



Y este, otro de los grandes guitarristas de la historia, además esta canción es realmente preciosa... Eric Johnson. Por cierto, estoy poniendo los vídeos de Youtube porque GoEar hace unos días que no carga, además así véis como tocan estos fenómenos ^^. Un saludo.
\m/


1 comentario:

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